No puedo dejar de pensar en ti.
En las curvas de tu cintura.
En el bies de tus labios.
En su sabor a miel.
En tu belleza sin extravagancia.
En lo fácil de mis días sin ti.
Cuando apenas esbozo un recuerdo.
De lo cerca que me llevabas del cielo.
La historia más corta de mi vida.
Y la más intensa y ferviente.
No puedo alejar mis ojos de ti.
De tu aliento envolvente y fértil.
Fuimos lo que quisimos ser.
Somos lo que hemos podido ser.
Aventajamos a la brisa del día.
Un soplo en la vela mayor.
Aprendimos a besarnos.
Deshojando pétalos.
A significarnos en la almohada.
Y nos lo llevamos a casa.
Somos rescoldos y nunca residuos.
Nunca nos equivocamos ni excusamos.
Nos lo dimos todo.
Almacenamos todo.