Desde que tengo
eso que llaman, uso de razón,
he buscado la magia
en todo lo que me rodea.
En los primeros años, bajo la cama.
Buscaba dragones, duendes, elfos.
Cualquier ser vivo o imaginario
que quisiera ser mi amigo.
Luego perseguí sonrisas.
y aprendí a coleccionarlas.
A estrechar vínculos.
y a compartir.
Ahora preparo el desembarco
en el espacio que rige el azar
entre las nubes y el polvo de estrellas.
Y aprendo a volar.
No hay límites.
Más allá de la ciencia
rige la magia
y la gravedad de un beso.