El reverso de Dios

lunes, julio 27, 2015 Permalink 0

 

Toda tu maldad

no deja de ser

el reverso de Dios.

Y como tal,

serás amada sin reservas.

 

Mis labios guardan

el tibio sabor de tu sangre.

 

La verdad pura y diáfana

que tu oscuridad oculta.

 

Una flor con la raíz marchita

y su cáliz en perfecta floración.

 

La fugacidad de la vida

sin un ápice de futuro.

Sin el canto de un ruiseñor.

¡Cuánto sufrimiento,

bajo tanta belleza!