Esta tierra nos conoce.
Las viejas historias.
Y las nuevas.
Sabe de sueños.
De los hijos.
De cada vez
que te defraudé.
O de aquellas
en que no saltamos
al vacío de la aventura.
Una alegoría sencilla.
Piel en plenilunio.
Aria nítida en la noche.
Mazo de trenzas.
Seguís perdurando.
No hay oscuridad.
Todo es posible.
No tengo miedo.
Aprendí a creer.
Eres posible.