Hasta siempre

sábado, septiembre 10, 2022 Permalink 2

Siempre vamos de la mano 

de alguien en este mundo.

Al nacer te recogen del vientre materno.

En la infancia te resguardan y ayudan

mientras juegas alocado

entre risas y golpes.

Entre golpes y risas.

Con el tiempo vas soltando

aquellas manos protectoras

buscando tu primer amor.

Ahí, transitas nuevamente,

entre risas y sueños de vida.

Pasa el tiempo.

A veces se consolida

A veces esas manos 

que te acariciaban

Te dicen adiós.

Y buscas desesperado

donde asirte nuevamente.

Pasa el tiempo.

Incluso la vida.

Vas despidiéndote de tu gente.

Hasta que te enfrentas al adiós

de aquella madre que te dio todo.

El desconsuelo te inunda el alma

hasta que una mano pequeña, 

también temblorosa,

te dice, no te preocupes papá.

Entiendes que la vida son ciclos.

Poco a poco, sueltas la mano

ya fría y sin pulso,

para agarrarte al sueño 

de unos niños asustados,

que solo esperan de ti, 

que les sigas tendiendo la mano.