La amaba.

miércoles, mayo 11, 2016 Permalink 1

 

Su presencia: Inquebrantable.

Su voz: Profundamente despeñada.

Su mirada: Inundada de silencio.

 

La amaba,

mientras olvidé respirar.

Me dejo morir,

como agoniza el aliento.

Desde la ansiedad,

hasta la rendición.

Expiro,

anegada el alma de sangre.

Con el sabor metálico,

que impregna el silencio.

Mientras yacías,

fría como el invierno.