La tenue luz

sábado, noviembre 6, 2010 Permalink 0









Con las manos en los bolsillos

pateas un cacharro vencido

de judías rebañadas

sin límite de ansiedad.







Frente a la ventisca arenosa

te transfiguras noble.

Buscas la tenue luz

que, bajo palio, subsiste.







Inversamente nutrido,

buscas remoto equilibrio

como hijo de un viento

que nunca se ha arrodillado.







Hoy, el equilibrio trémulo

entre la penumbra viscosa

y un pálido colorismo,

no me resulta inerte.