Nada más hermoso
que mi añoranza
revoloteando
sobre la comisura
de tus labios.
Creas un universo
desde un parpadeo
de la alegría
que regalas
a mi corazón.
Destellos celestes
que bordean el mar.
Brazos que se funden
entre la miel
y tú sonrisa.
Creas una eternidad
cuando pronuncias
“para siempre”
con esa mezcla única
de voz y ternura.
Quiero ser todo
lo que tu alma necesita.
Enamorarme de tu presencia
y de aquello que no veo
pero sé que guardas dentro.