La cueva del silencio.

lunes, febrero 1, 2016 Permalink 1

 

 

La realidad se ha convertido en el lugar en donde estamos,

y lo inesperado,  en lo único que puede cambiar tu vida.

Vivimos envueltos en el miedo al riesgo y a cualquier cambio.

Lo queremos todo y elegir se ha convertido en un tormento.

Ignoramos la capacidad de una catarsis endémica y  sin límites.

También es cierto que es la necesidad de cambio quien nos elige.

Recelamos de una conversación ininterrumpida a tumba abierta.

El valor intrínseco del alma se ha convertido en la ocultación.

Una herida abierta por una palabra, lacera siempre de muerte.

Fascinados por la cobardía, dejamos de valorar el reflejo del espejo.

Y nos empobrecemos como ser humano, persona, o sociedad.

Quizás encontramos romanticismo en esquivar un beso a bocajarro.

Nos apresuramos a escondernos en la ególatra cueva del silencio.

Imprudentemente olvidamos que la única forma de tener varias vidas,

consiste en aligerar la piel muerta y desvencijada que curte el tiempo.

Me gusta ser quien soy mientras no tenga otra cosa que hacer.

Vivir es transformarse. Nunca poseer o esconderse perpetuamente.

 

 

Nunca.

jueves, enero 28, 2016 Permalink 2

 

Aun te asustas,

y no entiendo porqué.

 

Entiende tu poder.

Tu talento.

Tu belleza.

Tu oportunidad.

 

Domínalos.

Ámalos.

Úsalos.

Vívelos.

 

Los líderes nunca

van en manada.

 

Nunca.

Enloquecemos

martes, enero 26, 2016 Permalink 0

Nos preceden las palabras pronunciadas,

e incluso las silenciadas.

Berreamos como criaturas

lo que nunca conseguimos como hombres.

Envejecen las metáforas que aplicamos

a los errores mientras se diluyen.

Morimos de a poco.

A medida que la libertad de errar

nos abandona en el camino.

Abrimos puertas de manera compulsiva,

y las cerramos perturbados.

Infancia de un pensamiento

con el síndrome de Peter Pan.

Racionalizamos la magia,

y acabamos llorando su ausencia.

En ausencia de palabras,

gritamos compasión.

Huimos del pasado,

y perecemos en sus cenizas.

Mostramos la piedra de nuestra mano,

como innato gesto de defensa.

Enloquecemos,

bajo esta peligrosa historia.

Te aprecio, pero no te quiero.

Te extraño, pero no te busco.

Te pierdo, y poco a poco, muero.

Enloquecemos

 

 

 

 

Una tormenta perfecta

viernes, enero 22, 2016 Permalink 0

En mi hora más brillante, alcanzo a pronunciar tu nombre sin inmutarme.

La impune nostalgia que pues cargar en tu maleta sin zozobrar de dolor.

Aquella pasión que nos desbordaba nunca dejo de asustarnos a cada paso.

Aquella historia terminó arrodillándome  ante  la colina de los fracasos.

Calumniamos los principios de la entrega y varios versículos del amor.

Sorpresas que desconocía, pero bullían entre la piel fría como el ámbar.

Desmerezco la ausencia de tu voz. La penitencia de tus labios vacíos.

Con el tiempo, he acumulado una deuda de honor con mi corazón.

El respeto por la pasión incondicional fue un veneno que me horadaba.

Respuestas inexplicables compartidas entre silencios distorsionados.

Sigo viajando sin equipaje desde mi gruta hacia los confines de la razón.

Escarmenté con el veneno de las palabras huecas con una cicatriz perenne.

Culpa mía. Demasiadas ilusiones se desbocan en las rendijas del llanto.

Al final, tan solo me queda la fantasía como antídoto ante lo imprevisible.

Un gran momento para una tormenta perfecta que permita reinventarme.

 

 

 

Sigue esperándome.

lunes, enero 18, 2016 Permalink 0

 

Hola Olga, hace siete años que no estás.

 

La hija de nuestra amiga Ali, escribía en estos días, una frase preciosa:

“Eres mi casualidad más bonita.” Esa mujer ha parido pequeñas diosas.

Pocas personas me han cogido de la mano y me han mostrado sueños.

Tu fuiste una de ellas. Me enseñaste a escribir en un folio mis sentimientos.

También, que en los detalles imperceptibles  estaba la grandeza de la vida.

Juntos dimos forma a unos pocos miles de folios aderezados de música.

Te levantabas temprano y nos atendías a todos con una frase personalizada.

Eran tiempos de dudas, de embriones nonatos y de ilusiones desmedidas.

Aprendí a expresar lo que sentía y, poco a poco,  voy aprendiendo a escribir.

Ya no soy quien era. Fuiste la frontera entre la decadencia del egoísmo

y el florecimiento de una sonrisa tatuada al dobladillo de tu falda.

Amé tu vitalidad sin invadir tu espacio. A mirar por tu ojos. Y aprender.

Ahí estaba el mundo de todos y cada uno que conformamos la comunidad.

Agazapada bajo tu piel borboteaba tu cruel e inesperado adiós.

Tu silencio permanente robó mi sonrisa y me sentí a merced de la duda.

Sin embargo, amiga mía, sembraste un mano de semillas de ilusión

Que un hoy sostienen mi nuevo yo y el recuerdo imborrable de tu gesto.

Sigue esperándome. Nos queda una última poesía a dos manos.

Besos.

 

 

 

Mil maneras de olvidarte

lunes, enero 11, 2016 Permalink 1

 

Me obsesiona el como simplificar

la complejidad de la vida:

 

Sus debilidades descreídas.

Los poderes desorbitados.

Sus silencios cómplices.

Los corazones desposeídos.

Las renuncias entre lágrimas.

Su incomprensión pesimista.

Las promesas impermeables.

Los individuos rodeados de aire.

Sus confianzas diseminadas.

La incapacidad de sentir.

Los abrazos con las manos cortadas.

La irrigación de los sentimientos.

El conflicto permanente.

Sus mitos celestiales.

Sonrisas petrificados sobre silencio.

Las palabras que suenan a vacío.

El esbozo rutilante de tu sonrisa.

La desorientación de tu mirada.

La renuncia a tu libertad.

Sus mil maneras de olvidarte,

y una más para extrañarte.

Al fin y al cabo fuimos mariposas

sin su inexcusable metamorfosis.

 

mi realidad inventada

lunes, enero 4, 2016 Permalink 0

 

No quiero renunciar a mi humanidad.

A la emoción impalpable.

A la magia caballerosa.

A equivocarme y reinventarme.

A degustar una copa de vino. Y otra.

Al sonido envolvente de la música.

A disfrutar y sufrir.

A fumarme un buen puro.

A avergonzarme y reivindicar.

A las sombras sin oscuridad.

A la evasión de las palabras pronunciadas.

A la ambigüedad calculada.

A la lucha por las revelaciones.

A mi realidad inventada.

A la burbuja de los sueños.

Al entendimiento condicionado.

A la ausencia de culpa.

A los errores póstumos.

A la fidelidad a la melancolía.

A los espacios infinitos y cercanos.

A los remedios efervescentes.

Al amor contracorriente.

A la existencia de tus labios.

A enamorarme cada día.

Al egoísmo de vivirte.

Al aroma de tu intimidad.

A empaparme de tu corazón.

 

 

 

 

Esta vida es una comedia

martes, diciembre 29, 2015 Permalink 0

 

A través del proceloso encanto de tu piel,

deletrea conmigo una canción de amor.

Musitemos viajes a mares lejanos.

Intrépidas explicaciones de sabores inventados.

Esquivemos la erosión del afecto,

y su fuerza centrífuga hacia la soledad.

Transitemos, despacio, desde el silencio

hacia la mas excéntrica ilusión.

Soslayemos el futuro cruel de Henry James.

Postergamos sentimientos y urjamos al tiempo,

y al desconcertante tiempo compartido.

Al fin y al cabo, esta vida es una comedia,

donde evadirnos mientras pasamos por allí.

 

Migajas de lo que pudo ser

lunes, diciembre 28, 2015 Permalink 0

 

Mis versos desnudan los miedos dispersos por el alma.

Inquietudes que viajan en la cresta de la ola batiente.

Inviernos de sangre helada y rosas inclementes al deseo.

Elegantes fragancias que recuerdan y me hacen sangrar.

Una piel apática que perdió su secreto, tersura y lucidez.

Guardo besos oscuros que me consuelan en soledad.

Ruidos hirientes de un corazón al que le cuesta latir.

Añoro la transparencia del azul rodeado de buenos días.

Trazos que se diluyen en el aire cálido que ahueca el llanto.

La esperanza se culmina en el secreto de tu silencio.

Palabras menudas que carecen de eco perceptible.

Manos exentos de cabellos y labios que repasar en la noche.

Susurros que buscan huellas agazapados bajo la niebla.

Escudos inmóviles a la búsqueda de la victoria imposible.

La pluma construye historias imaginarias exentas de hogar.

Migajas de lo que pudo ser y, desgraciadamente, ya no es.

 

Una mirada al invierno

martes, diciembre 22, 2015 Permalink 0

 

Una mirada al invierno es un desajuste emocional envuelto en seda.

Un compendio de buenas y malas sorpresas de lo que fue cotidiano.

Risas secas y contagiosas que comprenden el abismo de la locura.

Trazos discontinuos  desde lo perplejo a lo adivinatorio de las relaciones.

La plenitud de una realidad azarosa intercalada de alma e intensidad.

El canto rodado en que la vida convierte a las aristas de cada día.

Aullidos reescritos con la templanza de la cicatriz blandida en el costado.

La salvaje transgresión del canto  libre hacia el silencio penetrante.

Un camuflaje dinamitado ante el arriesgado espejo de la incomprensión.

El absurdo sinsentido que convierte la entrañable vivencia  en extraña.