Realidad consentida

viernes, abril 11, 2014 Permalink 0

Huyo del mal cobijado en la cordura de tus brazos,

mientras me atrevo a querer grabándote a fuego.

Un tesoro de leyenda tallado en un beso sin tregua.

Vivir como contrapunto a la tenue exuberancia

de una vitalidad impropia, sin normas y bohemia.

Te espero, cada día como lluvia en mi ventana.

Un acorde musitado en esta realidad consentida.