Sangre y piedra

martes, abril 21, 2015 Permalink 0

 

 

Fui sangre y fui piedra.

Inerte y helada.

Helada e inerte.

Casi caduca.

Das coherencia

al lejano tañido

tras la desolación.

Reduces a una coma

la encíclica que desbasta

el instante desnudo.

Una incontable constelación

conjura el pavor de mi llanto.