siempre estás a la espera

sábado, diciembre 26, 2009 Permalink 0

Este extraño camino de retorno.

con martilleantes gotas de agua

que enfrían mi cara desguarnecida.

y enrojece el sonido de mis pasos.



Siempre estás a la espera

del luminoso sol de poniente.

para purificar tu lamento

y glorificar tus sueños.



Creo adivinar margaritas tardías

en el margen del camino.

Acelero el paso.

Me despojo del barro.



No siento frío.

Ni la lluvia empapa.

Hay algo mas allá de la bruma

que sutilmente me llama.