Sin tí

lunes, febrero 1, 2010 Permalink 0

Todo lo que me encadena

tengo la inmensa suerte

de poseer en exclusiva

la llave del candado.



Todo lo que me inquieta

se desvanece como humo

cuando comparto mi sueño

con tu pelo en la almohada.



Todo lo que se oculta

soy capaz de descifrarlo

si el premio concedido

parte de tus labios.



Todo.

Absolutamente todo,

es sumamente trivial

sin ti.