Soy viento anónimo

lunes, junio 15, 2015 Permalink 1

 

 

Cuando tu ausencia asesinó mis ilusiones a traición.

Traté de aprender a vagar por la muerte eternamente.

El ansia sustituyó a la esperanza, a grandes zancadas.

Ya no vives en el reflejo del espejo ahumado de mi baño.

 

Soy viento anónimo que se arremolina bajo una farola olvidada.

Te ofrecí mi vida entera y arrancaste de mi hasta el futuro.

Mi piel hecha jirones por el capricho de una noche vacía.

Cuando salgas, deja la luz apagada, pues ni mi presencia soporto.

 

Éramos un yo.

Éramos nosotros.

Hoy, somos humo.

Ni siquiera un aliento.