Una tarde distinta.
Sentados junto al fuego
sin más espacio en medio
que la música que repiquetea.
Un silencio reflexivo
sobre lo sutil que llega a ser
la felicidad entre pares
cuando respiras el mismo aire.
Porque esta tarde trata
de estar acompañados.
De compartir silencios
con la mirada fija.
Me gusta fabricar recuerdos
en torno a una llama crepitante.
Y sabes que no te hablo
de la que nace del fuego.