Vestida de nada

jueves, noviembre 8, 2012 Permalink 0

Imagen: rendijas de luz.



A veces hacemos camino. Otras nos despertamos sobre los raíles curvos.
Nos estiramos de puntillas, tratando de cazar un escurridizo rayo de sol.

En ese momento, una ráfaga de viento del norte nos quita el sombrero.

Una amplia y sonora sonrisa lo persigue por los desvencijados mosaicos del patio.

Observas la escena. Tu mirada se salpica de agua. El corazón deja de palpitar.

Envuelto en esta sinfonía de pequeñas percepciones más allá de un instante.



En ese mundo mágico donde el centro del universo es concéntrico a las promesas.



Renuncio a mi patria para ser rey en la tuya. Forjar un espacio y un mañana en ciernes.



Te sueño sembrada de corcheas. Con caderas cimbreantes de las que extraigo palabras.



Te observo dormida. Abrazada a la almohada. Dominando la vida. Vestida de nada.

Dos cuerpos unidos a un momento. Untados de miel eterna