Erramos a tientas a través de la piel.
Pórticos adormecidos.
Juventud añorada.
Enmarcamos orgías nunca vividas.
Llegaremos desnudos.
Y casi impolutos.
Ven de frente.
Atrévete a besarme.
Espera que reaccione.
Y no te escondas,
más allá de las sábanas,
ni más lejos de la almohada.
Silencia lo saboreado.
Y vive corriendo.
Amarra tus montañas junto a un nido.
Y sigue las nubes con la mirada.
Degusta la poderosa fruta del deseo.
Y acepta todo lo que esté a tu alcance.
Un día, no muy lejano,
tu rostro irá desapareciendo
hasta que un día, sin darte cuenta,
las memorias guardarán tu silencio.