El tiempo, loco, cabalga junto al carrusel de tu frente.
Los sentimientos se enredan entre los dedos del deseo.
El viento juega sin contemplaciones sobe tus escalofrío.
Las lágrimas tiernas sobre el carmín reluciente.
…
La lluvia insurgente en otoñal campo de cielo.
Las montañas altivas proyectan su sombra en el reverso.
Las torres de nácar de tu indecisión motivan mis versos.
El simple parpadeo de la emoción paraliza mis intentos.
…
Hoy, mas que nunca,
tengo la necesidad
de ser poeta del alma
para tratar de comprenderla.