A la deriva de su propia sombra

miércoles, enero 8, 2014 Permalink 0



El tren de la última noche exigía abrir los ojos de par en par.

Persigues un diamante tras una ventana pintada de verde y azul.

Un diario secreto de raptos y secretos dictado por los dioses.

Tres semanas en el desierto del silencio de una muchacha gris.

La desolación de vencedores y vencidos separados por su sangre.

Un rastro desaparecido en el abismo de un desaliento inolvidable.

Impredecible hechicera fanática de cruel maestría.

Precursora de una estirpe de azar convencional.

Estoicismo de dos décadas con el socorro denegado.

Un complejo mundo a la deriva de su propia sombra.