Querida madre:
…
Hoy he llorado
como me enseñaste
que nunca debería hacer.
…
Siento que he llegado,
y sin embargo no hay final.
Todo es una etapa más
que tenemos que superar.
…
No sé por que lo he hecho.
Soy feliz. Me va bien.
Profesional y personalmente,
y sin embargo me derrumbé.
…
Duró un instante.
Una disimulada mueca,
casi imperceptible,
con epicentro dentro de mí.
…
Estoy acostumbrado a pelear.
Nunca pudiste darme nada.
Y nada tengo que malgastar.
Tal vez he tomado conciencia
que no voy a liderar este mundo.
Ese que soñaba mientras armaba la revolución
entre series de la tele y cucharadas de sopor.
…
He llegado a la conclusión que no ganaré
Pero si algo valoro de tu herencia
Es que me enseñaste a no arrodillarme.
Y eso me permitirá saber que sin duda resistiré.
…
Donde se enciende la fragua.
Donde se templa el metal.
Donde los corazones rezan.
Y la razón se enfrenta.