No elijo

miércoles, septiembre 8, 2010 Permalink 0

Vivimos rodeados de impactos.

Algunos los elegimos. Los menos.

Otros nos eligen como diana

de sus intereses y manipulaciones.





Estos últimos no me interesan.

Pero si los que elegimos .

Esos que poco a poco vamos sacrificando

hasta que la rutina los convierte en molestos.





Cuando escribes, alguien te lee.

Y esperas que cree algo.

Indignación, solidaridad,

Respeto, apoyo. Incluso ilusión.





Y no te confundas,

con sentirlo dentro

ya tengo mi alma

plena y satisfecha.





Cuando el mensaje es fresco y nuevo

lo exteriorizamos repitiéndolo.

O bien comentando tu parecer

en el mismo o distinto formato.





Cuando la rutina se apodera de ti.

sigues leyendo, porque lo necesitas.

Pero como siempre está ahí.

te lo tragas como el café de la mañana.





Ese que no te das cuenta

que lo acercas a tu boca

hasta que te inflama

o su amargor te despierta.





Aquellos que escribimos,

lo hacemos para expresar.

Y quien lee, por curiosidad,

o para recordar que están vivos.





No elijo. Si lees lo que escribo tienes ti cariño y mi agradecimiento.

Solo te pido una cosa sencilla, y no te cuesta nada.

Lee. Siente. Critica. Emociónate. Ríe. Llora o sanciona.

Pero no pases de largo en silencio. Me matas.