¿Valen mas albardar la lejanía
de sueños que sublimen lo real
que un encuentro entre ambos?
¿Sirven las palabras no consumadas
como soporte de un sentimiento
que es caprichoso y esquivo?
¿Hay algo místico en el tacto
y en el aroma que hace confluir
la materia y el deseo bajo su manto?
¿Puede el alma vivir de viento
sin un cuello que girar
o una ventana por la que mirar?
¿Es posible soportarlo todo
por una minúscula probabilidad
de amar eternamente?
Vive en un extremo del mundo.
Yo en el otro y no hago
mas que pensar que respiro
el aire que ella ha exhalado.