Cada vibración de tu tacto,
inunda mis moléculas.
Escúchame.
Soy melodía, y sangre que borbotea
en el vacío de tu ausencia.
Soy fuerte,
y no olvido alianzas.
Haré lo que tenga que hacer,
aunque el corazón me traicione.
Soy fruto de lo que antecede
a la emoción que sobrevive al estío.
Supervivientes aficionados
que moramos junto al rio de la esperanza.
No te sobreviviré.
Porque sin ti,
vivir no garantiza
morir en paz.
En las grietas del corazón,
vive el temor al averno.
Mientras tanto,
la oscuridad, entra en mi.