Quiero vivir.
Necesito vivir.
Busco rendijas.
Donde dar
bocanadas
de aire celestial.
Aspirar aire
a borbotones.
Vomitar ansias.
Concurrir deseos.
Avistar futuro,
sin fronteras
Deberes cumplidos.
Genuflexiones
innecesarias.
Viento del norte.
Estrellas encabritadas.
Rescoldos recónditos.
Sueños batientes.
Una docena de hechos
y una sola circunstancia.
El devenir de los amigos
y sus lacerantes cruces.
La esperanza lánguida.
El horizonte certero.
La trama oculta.
El puñal venidero.
Ese que relincha
y atenaza el respiro.
Inmoviliza el camino
y despierta los miedos.
La moralidad del injusto.
Del que abre la venda
a capricho tildado
de su filo mediocre.
El que acierta en la espalda
y no mece la mano.
El que ordena
y te ejecuta.
El que miente y olvida
que el olor a sentina
siempre le delata.
No llores amiga.
Que tu último aliento,
si éste lo fuera,
engarce una sonrisa
a modo de beso.
Ya sabes.
Hay polvo en el viento,
como recita Kansas.
Pero también,
notas de esperanza
a modo de cantar
siempre compartido.