Llegará el día (2)

jueves, enero 7, 2021 Permalink 4

El 30 de septiembre de 2010 escribí esta poesía, que hoy, 7 de enero de 2021 creo que podría matizar. Curiosamente vamos evolucionando, creo que sin perder la esencia:

Llegará el día
en que mi cuerpo no sangre.
Mi piel se agriete
ante la ausencia de esperanza.

Llegará el día en que mis restos
darán vida a la semilla
que brotará del jazmín
en la esplendorosa primavera.

Llegará el día en que ansiaré la mañana
para alegrar tu ventana.
Despedirte, como antaño
desde el primer peldaño de la escalera.

Llegará un día,
amor mío,
que prenderás mi flor
en la turgencia de tu pecho.

Ese día renunciaré a la vida.
Para volver a morir de forma consciente.
Resbalando incesantemente
por tus curvas preñadas de piel.

Recíbeme mientras las luciérnagas saludan la noche.
Las cigarras rindan pleitesía a la luna llena.
Y la hierba del jardín esparza su aroma recién cortado.
Entonces seré feliz, y podré disfrutarte mientras amanece.

…. (nueva versión)

Llegará el día 
en que mi cuerpo no sangre. 
Mi piel se agriete 
ante la desesperanza. 

… 

Llegará el día en que mis restos 
darán vida a la semilla 
que brotará en un jazmín 
de luminosa primavera. 

… 

Llegará el día en que ansiaré la mañana 
para alegrar tu mirada. 
Despedirte, como antaño, 
desde los peldaños de la escalera. 

… 

Llegará un día, 
amor mío, 
que prenderás mi flor 
en la turgencia de tu pecho. 

… 

Ese día renunciaré a la vida. 
Para morir de forma consciente. 
Deslizándome sinuosamente 
por las curvas torneadas en tu piel. 

… 

Recíbeme como las luciérnagas saludan la noche. 
Las cigarras recitan tu nombre a la luna llena. 
La hierba del jardín esparce su aroma recién cortado. 
Entonces seré feliz. Podré disfrutarte mientras amanece. 

Buscaré tu oído para recitarte mi último poema.

Jugare con tu escalofrío besando la piel por donde surja.

Disfrutaré de tus manos meciendo y desordenando mi pelo.

Iré desgranando los territorios por los que podré amarte.

Recogeré tu entrega junto a la escarcha de la mañana.

Esculpiré tus suspiros con la yema de mis dedos.

Escucharé tus palabras entrecortadas para satisfacerte.

Caeremos rendidos carentes de energía, plenos de placidez.

Llegará ese día.

Y con él, sus noches.

La eternidad acunará

las estaciones perdidas.