Noches de cereza y luna

lunes, agosto 26, 2013 Permalink 0



Te perdí de vista, aunque siento que sigues ahí.

Así fluyen las cosas entre la culpa y la tristeza.

No desaparecen los sentimientos y sin embargo,

el hecho de no disfrutarlos, enmohece el vacío.

Una ley inexorable a la que no me acostumbro.

Aun te vivo en el borde excéntrico del palpitar.

La distancia es terca, pero el recuerdo lo es más.

No hubo palabras de despedida. Solo silencio.

Muchos silencios.

Historias en pasado imperfecto.

Tristezas incomprensibles, aun en el tiempo.

Efímeras sensaciones de reencuentros con sombras.

Ecos, inevitables y borrosos, que tiñen de azul cada tarde.

Una diáspora discontinua que se aleja de nuestro epicentro.

Lo que me entristece es el desvanecimiento de tus pecas.

La confusión entre el perfume y el aire de otoño.

Noches de cereza y luna.

Manos en silencio.