Queriendo sin poder

lunes, diciembre 21, 2009 Permalink 0

Pasemos a la acción

dejemos el café de la mañana

para despertar con un sonoro abrazo

que saque el alma del su letargo invernal.



Y si hay frio y nieve.

Da igual.

La derretiré.



O mejor.

Jugaremos con ella

sin ningún rencor.



Porque si esperamos a que la primavera,

seque lágrimas y germine la piel,

pasaremos la mayoría del tiempo

queriendo sin poder.