Ungida de luna

martes, febrero 9, 2010 Permalink 0

Silencio.
Duerme.
Nada perturba
esta noche mágica.

No toco tu cuerpo
y sin embargo me quema.
Una chispa perdida
que la mirada refleja.

Ahí yaces.
Ungida de luna.
Ciega de placer.
Con la mirada huída.