Recito el destilado de tus palabras en una sola línea.
Un horizonte en miniatura al alcance de la mano.
La luz que proyectas y engulle mi oscuridad.
El escudo ante la densa niebla que oxida mis batallas.
Círculos concéntricos hacia la historia de mi vida.
La corteza bajo la que menguan las esperanzas.
La compasión desposeída de humillación.
La benévola hacha con que seccionaste mi pasado.
El amuleto que rechaza los asedios de la vida.
Eres la fuente enlucida de un sueño enfermizo.
La ovación al tacto que perfuma mis manos.
El instante en que el acantilado se vuelve sal.
La mejilla que tatúa tu presencia en mi almohada.
El sonido impaciente de mis dedos sobre la mesa.
El mármol estrujado hasta volverse escultura.
El hatillo de ilusiones que sustentan la timide