Mi propio mundo

jueves, mayo 16, 2019 Permalink 2

Cuando los sueños,

llenos de hastío,

no te hacen caso,

tan solo nos queda

un mundo de realidad

aplastante.

Los labios cuarteados

perciben el frio,

mientras los ojos,

cerrados a fuego,

vagan perdidos

entre recuerdos enterrados

y murmullos lejanos.

Pero, ¿Sabes?

Aun me quedan entrañas

y una bocanada de fe,

a modo de sustrato.

Para mi propio mundo.

Para mi nuevo mundo.