Navegué…

lunes, diciembre 30, 2019 Permalink 0

 

Siento una curiosidad, que se me antoja inagotable,
sobre la erudición de los estados de ánimo de tu piel.
Una crónica precisa de las primeras veces que se dieron,
y un compendio de los momentos estelares que vivimos.
Una acuarela de la piel y sus perfectos y salados pliegues,
donde confluyeron lágrimas y deseos en orden inverso.
Valles imperecederos donde renací a mudos insospechados.
Curvas vertiginosas donde experimenté el vértigo de ti.
Una obra colosal escrita con dos iniciales y cuatro versos.
Una convulsión gutural que me privó del sentido del estar.
Eras dulce con ribetes ácidos, maestros en jugar con mi lengua.
Una excursión por los maravillosos años donde los ojos vidriados
eran sinónimo de un mundo inexplorado más allá de la física.
Deslumbraste mis sueños. Reconvertiste mi infancia en verdad.
Me llevaste por el resbaladizo mundo de las caricias y el corsé.
Y navegué sobre el mayor tratado de seducción que jamás soñé.