Me confieso adicto al despertar entre tus sábanas y tu cuerpo tallado.
Menos tabúes, menos añoranza y más presencia.
Explorar lo que no somos capaces de contar a dos centímetros de distancia.
La comunión de tu cuerpo.
Los ritos iniciáticos.
La respiración entrecortada.
La sensación física de una caricia.
El avance del deseo.
Lo palpable y sempiterno.
La autenticidad de tu presencia.
La emoción espontánea.
La culminación como alegato.
Las formas empíricas y explicitas.
La bienvenida con su despedida.
La resistencia a la sumisión.
El espejo de tu mirada.
La imaginación como secreto.
La entrega como colofón.