El anexo vital.

jueves, octubre 17, 2019 Permalink 1

Si aún vivo, o sobrevivo, o incluso,
si soy el recuerdo de cuando nací,
las alegrías y penas,
las penas y alegrías,
cabalgan en tropel.

Las pérdidas y el olvido,
son antesala del cansancio,
la privación, la desgana,
o la mengua del valor.

Te conocí y olvidé.
Esa fue mi expiación.
Recortar de mi frontera
el anexo vital.

Releo mis sueños
observando los detalles.
Fracaso en la inocencia,
parida en aquellos momentos.

Me reconforta sentir,
que el dolor ya me es ajeno.
Que el poco brillo de la mirada
se centra en lo que vendrá,                                                                                                  en el inusitado tiempo que resta.

Fuiste la medida.
Incluso el estoico soporte
de los malos augurios.

Hoy,
eres evanescencia.
Fragilidad insustancial.                                                                                                      Un prototipo disforme,
de inseguridad y falsedad.

Al menos, buscando lo bueno,
no soy aquello que pergeñaste.
Ni tan siquiera una sombra
ante el desafío de tu presencia.

Tal vez no he aprendido mucho,
pero he sobrevivido.
Y aprendí a volar.
Solo, pero a volar.