¿Porqué?

domingo, octubre 27, 2019 Permalink 1

Repaso el lienzo,

gradualmente garabateado,

que un día emergió níveo y expectante,

sin olvidar aquella sinuosa paleta de colores,

ni los pinceles que se ha quedado ajados

sobre el caballete de mis angostas memorias.

 

Nacieron, destinadas a conservar lo que fui,

para tratar de recordar aquello que me forjó.

Aquello que soy.

Y aquello que, aun, me gustaría ser.

 

Nunca fui poeta,

Tan solo un aficionado a enlazar palabras.

Un puñado de sentimientos que atormentan.

Y una minúscula bendición para entender

lo que se esconde tras los silencios y los fragmentos.

 

Con ellos fui tejiendo lo que soy.

Que coincide, habitualmente,

con aquello que pretendía,

o me atrevía a soñar.

 

Recuerdo un beso

que nunca recibí,

del que aun soy capaz de descifrar

como inventaba viento propio

con el que me erizabas la piel

y que la juventud me hurtó,

a cambio de un balón de fútbol

Y un par de fiestas desvaídas.

 

¿Porqué no bailamos?

¿Porqué no recuerdo tu aroma?

¿Porqué me cogiste la mano y,

en la siguiente esquina la soltaste?

¿Porqué?

 

Hoy compenso aquella ausencia

Con un recuerdo de lluvia

Canciones susurradas al oido

Y un frasco de ilusión.

 

Hoy camino solo.

Y la torpeza de la mente

me engaña,

aparentemente, adrede.

Una partitura escrita para piano y orquesta,

auspiciada por la ausencia de aquel beso.

Desafinada por la falta de las clavijas apropiadas.

No fuimos capaces de crear vida

con la fugaz razón del corazón.

 

Nos quedo en el aire

una conversación

bajo el influjo del alma.

 

Labio a labio.

Piel a piel.

Corazón a corazón.